Tal Ben-Shahar: la felicidad como hábito que se entrena con esfuerzo, repetición y propósito

La felicidad como hábito

El psicólogo y filósofo Tal Ben-Shahar, exprofesor de Harvard y referente mundial en el estudio de la felicidad, ha dedicado su vida a responder una pregunta fundamental:

¿Qué nos hace realmente felices?

Su respuesta rompe con muchos mitos:

“Ser feliz requiere trabajo, esfuerzo y repetición.”

En un mundo donde se asocia la felicidad con placer inmediato, Ben-Shahar propone lo contrario: propósito, hábitos saludables y acción constante. La felicidad, dice, no es la ausencia de dolor, sino la capacidad de encontrar sentido a lo que hacemos, incluso en medio de la dificultad.

Volver a lo básico: cuerpo, mente y relaciones

Entre sus hallazgos clave, Tal Ben-Shahar destaca que nuestro cuerpo, nuestras relaciones y nuestras emociones están profundamente entrelazadas.

Movimiento diario

  • Eleva niveles de serotonina y dopamina
  • Disminuye el estrés y la ansiedad
  • Mejora la autoimagen y autoestima

Relaciones significativas

Conectar con otros, compartir tiempo de calidad y crear vínculos reales también impacta positivamente en nuestra felicidad.

Gestión emocional

Ben-Shahar insiste en que debería haber una asignatura escolar dedicada a enseñar a gestionar las emociones. Comprender que no siempre nos sentiremos bien, y que está bien no estar bien, es parte del proceso.

La disciplina de la alegría

La felicidad, según Ben-Shahar, no es espontánea ni automática. Requiere disciplina, trabajo interior y constancia. Igual que aprender a tocar un instrumento o entrenar el cuerpo, cultivar la felicidad implica:

  • Repetición
  • Resiliencia
  • Propósito

¿Se puede enseñar la felicidad?

Sí. De hecho, fue lo que hizo durante años en Harvard. Su curso sobre Psicología Positiva se convirtió en uno de los más populares de la historia de la universidad.

Hoy sigue divulgando estas ideas por el mundo, y su mensaje es claro:

La felicidad es una habilidad. Podemos aprenderla, practicarla y mejorarla con el tiempo.

Conclusión: entrenar la felicidad como cualquier otra capacidad

Así como entrenamos el cuerpo para estar más fuertes, podemos entrenar la mente y las emociones para estar más plenos. Es un proceso, no un resultado inmediato.

Desde mi experiencia como entrenador personal, comparto plenamente su visión: el bienestar verdadero se construye día a día, con coherencia, cuidado y atención al cuerpo y a la mente.

¿Te interesa profundizar en otros temas?

Si te interesa otro enfoque complementario, te recomiendo también esta lectura: Mindfulness y depresión resistente: una solución efectiva y accesible

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