El Departament d’Interior ha decidido rescindir el acuerdo con el Institut Nacional d’Educació Física de Catalunya (INEFC), que diseñaba un plan de mantenimiento físico para los Mossos d’Esquadra.
El motivo principal: el coste total del proyecto superaba los 360.400 euros, una cifra que los nuevos responsables consideran inviable.
El plan buscaba ofrecer entrenamiento personalizado según las tareas y características de cada agente, como edad, sexo o zona de trabajo.
De hecho, había comenzado una prueba piloto en Lleida con 900 voluntarios.
El INEFC supervisaba el desarrollo del programa y ajustaba las sesiones a las necesidades de cada especialidad: desde escoltas hasta unidades de élite.
El proyecto, que pretendía extenderse hasta 2025, incluía análisis de rendimiento físico, evaluación personalizada y control del progreso. Pero la complejidad de implementación, sumada al elevado presupuesto, ha frenado su continuidad.
A pesar de ello, el Govern asegura que se seguirán buscando fórmulas para mantener la forma física de los agentes, aunque con métodos más sostenibles.