Los ensayos clínicos, fundamentales para evaluar la eficacia y seguridad de nuevos tratamientos, están viviendo una transformación sin precedentes.
El uso de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, el análisis de big data y la aplicación de la genómica está revolucionando el proceso de investigación médica.
En España, país que ya es la tercera potencia mundial en ensayos clínicos —solo por detrás de EE.UU. y China—, se están impulsando más de 900 nuevos estudios anualmente.
Solo en 2024, Novartis promovió 203 ensayos clínicos con más de 6.000 voluntarios, destacando por su foco en fases I y II, las más innovadoras y centradas en tratamientos pioneros.
“La tecnología digital permite acelerar los procesos, descentralizar los ensayos, acercarlos a los pacientes y personalizar los tratamientos”, señala Joaquín Malpica, responsable de Investigación Clínica de Novartis España.
Esto es posible gracias a la combinación de la inteligencia artificial con la medicina de precisión, que permite una mejor identificación de biomarcadores y optimiza el diseño de terapias individualizadas.
Los ensayos abarcan múltiples disciplinas, desde enfermedades cardiovasculares hasta patologías raras o neurodegenerativas. Además, España destaca por su capacidad de reclutamiento y colaboración entre centros sanitarios, universidades y empresas farmacéuticas.
Con esta evolución tecnológica, el ensayo clínico se posiciona como una herramienta esencial no solo para el avance de la ciencia, sino también para la mejora de la calidad de vida de los pacientes en todo el mundo.