La inteligencia artificial está transformando todos los sectores, y la salud mental no es la excepción. Cada vez son más las plataformas y apps que integran psicobots —terapeutas virtuales basados en IA— que prometen ayudar a quienes padecen ansiedad, depresión, insomnio o estrés
Pero, ¿realmente pueden sustituir el papel de un terapeuta humano?
Un ensayo clínico reciente avala la eficacia de un bot desarrollado por psiquiatras, que logró reducir un 15% los síntomas de ansiedad y depresión en usuarios diagnosticados.
No obstante, la mayoría de psicólogos y expertos coinciden: estos sistemas pueden servir como complemento terapéutico, pero no reemplazan la complejidad y personalización de una consulta profesional.
Los principales riesgos identificados por los especialistas son:
- La falta de validación científica de muchas plataformas disponibles.
- La privacidad de los datos sensibles compartidos.
- La ausencia de un enfoque adaptado a cada persona.
Jordi Albiol, director ejecutivo de LabHuman, subraya que la IA no tiene un enfoque universal: “En la salud mental no sirven recetas universales, y el robot no tiene ese enfoque personalizado”.
En conclusión, los psicobots pueden ser un apoyo accesible y útil en ciertos casos, pero siempre deben utilizarse con criterio, ética y supervisión profesional.