Josep Maria Antó, médico y experto en salud pública ambiental, lanza una advertencia contundente: “No sabemos cuánta salud estamos perdiendo”. Según explica, el cambio climático y la alteración de los ecosistemas están estrechamente ligados al aumento de enfermedades infecciosas, respiratorias y cardiovasculares. En su entrevista, recalca que entre el 50% y 75% de las enfermedades emergentes tienen origen en desequilibrios ambientales.
Como copresidente de Lancet Countdown y referente en la investigación del impacto ambiental en la salud, Antó resalta que la próxima pandemia podría originarse por la continua degradación de los ecosistemas. Estudios recientes muestran que, si no se actúa, el aumento de temperatura global podría alcanzar niveles catastróficos. “Si solo nos adaptamos y seguimos contaminando, esto será catastrófico”, afirma.
Además, advierte que el cambio climático no solo amenaza el planeta, sino que tiene un impacto directo en la salud pública, particularmente entre las poblaciones más vulnerables. Antó insiste en que es urgente aplicar políticas globales, equitativas y basadas en ciencia para frenar el calentamiento global antes de que se superen los límites irreversibles del sistema climático.
El artículo concluye con un mensaje claro: no basta con adaptarse, es necesario transformar nuestras políticas y sistemas para garantizar un futuro saludable para las generaciones actuales y venideras.