Un avance médico a escala microscópica
Investigadores de la Universidad Northwestern (EE.UU.) han desarrollado el marcapasos más pequeño del mundo: un dispositivo sin cables, de apenas 1,8 mm x 3,5 mm x 1 mm, que puede implantarse con una simple inyección.
Diseñado para los corazones más frágiles
Pensado especialmente para recién nacidos con
defectos cardíacos, este marcapasos se disuelve de forma natural una vez cumple su función, evitando cirugías posteriores para retirarlo.
El dispositivo se integra con un sistema externo que monitorea el ritmo cardíaco y activa impulsos artificiales mediante luz infrarroja si es necesario.
Una solución inteligente y temporal
La mayoría de los bebés solo necesitan marcapasos durante los primeros días de vida. Esta solución temporal y mínimamente invasiva puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte sin añadir complejidad quirúrgica.
Eficacia comprobada en modelos animales y humanos
Ya ha sido probado con éxito en ratas, cerdos y perros, así como en corazones humanos de donantes.
La ciencia avanza hacia soluciones más pequeñas, inteligentes y adaptadas a los retos más delicados de la medicina.