La contaminación del aire es un problema que afecta a la humanidad desde tiempos antiguos. Recientes investigaciones han revelado que durante el Imperio Romano, la exposición a niveles altos de plomo pudo haber tenido un impacto negativo en las capacidades cognitivas de la población.
Según un estudio publicado en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), los niveles de contaminación en la época romana pudieron reducir entre 2,5 y 3 puntos el coeficiente intelectual en todo el imperio. Los investigadores analizaron núcleos de hielo del Ártico, descubriendo un aumento significativo en las partículas de plomo durante el período conocido como la Pax Romana (27 a.C. – 180 d.C.), una etapa de gran estabilidad y auge económico.
Cosméticos, Minería y Plomo en el Aire
El uso extensivo de plomo en actividades económicas como la extracción de plata, la fabricación de monedas y la elaboración de cosméticos en polvo contribuyó a liberar entre 3 y 4 kilotoneladas de plomo a la atmósfera anualmente. Este fenómeno afectaba especialmente a las personas cercanas a las zonas de minería, con consecuencias graves para niños y bebés.
De la Edad de Hierro a la Revolución Industrial
La contaminación atmosférica por plomo no comenzó con los romanos. Según el estudio, esta práctica se remonta a la Edad de Hierro, alcanzando su punto más alto en el siglo II durante el auge del Imperio Romano. Sin embargo, esta problemática no terminó ahí. Tras un descenso en la Edad Media, los niveles de contaminación volvieron a incrementarse durante la Revolución Industrial en el siglo XVIII, marcando otro episodio crítico en la historia ambiental.
Los registros en los núcleos de hielo del Ártico muestran que los niveles de plomo en la época romana eran hasta 40 veces superiores a los registrados a principios de la década de 1970.