Antonio Turiel, reconocido físico e investigador del CSIC, nos lanza una alarmante advertencia: «El 0,5% de tu cerebro ya es plástico». Este dato resume el impacto devastador de nuestras prácticas de consumo en el planeta y en nuestra propia salud. Con 54 años, Turiel ha dedicado su vida a estudiar las consecuencias del cambio climático y las crisis energéticas que amenazan nuestro futuro. En esta entrevista, comparte sus reflexiones y propone soluciones para enfrentar los desafíos globales.
El mito de las energías renovables
Turiel es claro al desmontar la creencia de que las energías renovables por sí solas pueden sustituir a los combustibles fósiles. «No hay suficiente uranio enriquecido para mantener todas las centrales nucleares necesarias, ni materiales suficientes para fabricar paneles solares y aerogeneradores al ritmo actual de consumo». El experto subraya que el problema radica en nuestro modelo de crecimiento ilimitado, algo que define como «ecocidio».
El precio del petróleo y el agotamiento de recursos
El investigador también advierte sobre el incremento del coste de los combustibles fósiles, un fenómeno inevitable a medida que se agotan las reservas de petróleo. «El 80% de la inversión en energía se destina a mantener la infraestructura existente, lo que deja poco margen para innovar». Si seguimos esta trayectoria, Turiel predice que en menos de una década podríamos enfrentar una crisis energética global sin precedentes.
La obsolescencia programada, un enemigo silencioso
Uno de los puntos más relevantes de la entrevista es su crítica a la cultura del consumo desechable. «Si compramos una lavadora con una garantía de sólo tres años, estamos incentivando la obsolescencia programada, una estrategia que no solo daña nuestros bolsillos, sino también al planeta». Turiel propone exigir productos duraderos y fomentar modelos de economía circular, como el alquiler de electrodomésticos en lugar de su compra.
¿Cómo podemos mejorar?
El investigador sugiere apostar por el transporte electrificado, la recuperación de vías ferroviarias y la reindustrialización local. Además, destaca la importancia de reducir nuestro consumo y replantearnos la necesidad de adquirir nuevos productos. «No necesitamos un smartphone cada dos años. Podríamos reconfigurar los modelos actuales para que duren más de una década», afirma.
Una visión hacia el futuro
Turiel concluye con un mensaje esperanzador: aunque el camino hacia la sostenibilidad es desafiante, aún estamos a tiempo de cambiar. Para ello, necesitamos repensar nuestras prioridades y apostar por un modelo de vida más respetuoso con el medio ambiente.