¿Sabías que los sueños pueden tener un rol terapéutico en tu vida emocional?
Según el neurocirujano y neurocientífico Rahul Jandial, soñar activa las mismas regiones del cerebro que usamos cuando sentimos emociones o resolvemos problemas. Dormir y soñar no solo es un placer: es salud cerebral.
¿Qué sucede en el cerebro cuando soñamos?
Durante el sueño, el cerebro no está inactivo. Al contrario:
- Se activa la red ejecutiva, que usamos para tomar decisiones y reflexionar.
- También se activan las regiones emocionales, lo que permite reorganizar vivencias complejas.
La clave está en que los sueños actúan como un «terapeuta nocturno», procesando lo que vivimos mientras estamos despiertos y ayudándonos a darle un nuevo sentido.
El lenguaje de los sueños
Jandial destaca que los sueños trascienden culturas e idiomas. Por ejemplo:
- Las pesadillas tienden a tener patrones similares en todo el mundo.
- En algunas lenguas, soñar se dice como “ver algo con los ojos cerrados”, una metáfora visual muy potente.
- Incluso la lengua materna que hablamos puede influir en cómo soñamos.
Dormir bien para pensar mejor
Uno de los puntos más interesantes del artículo es que soñar no solo ayuda a procesar emociones, sino que mejora nuestra capacidad de pensamiento creativo y flexible.
La ciencia lo respalda: el buen descanso se relaciona con mejoras en memoria, toma de decisiones y estabilidad emocional.
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