El paleogenetista Svante Pääbo, Nobel de Medicina por haber secuenciado el genoma neandertal, reflexiona sobre lo que nos hace humanos: la diversidad.
Según Pääbo, a mayor variedad genética y cultural, mayores las posibilidades de progreso y de que surjan genios como Einstein.
La paleogenética demuestra que la diversidad humana ha permitido adaptarnos, innovar y evolucionar.
A lo largo de la historia, los grupos humanos más numerosos y diversos han generado más conocimientos, ideas y avances tecnológicos.
Pääbo alerta también sobre los riesgos de reducir la diversidad étnica, ya que esto limita las oportunidades de desarrollo colectivo.
Considera que cada generación debería poder experimentar diferentes caminos de vida y educación, para enriquecer el acervo de la humanidad.
En sus palabras, el secreto del progreso no está en reducirnos a un modelo ideal de sapiens, sino en aceptar la pluralidad de formas de ser humano.
Su trabajo, que une ciencia, historia y reflexión filosófica, nos invita a valorar lo que nos hace únicos: la diferencia.